lunes, diciembre 14, 2015

Peruvian Trip






Hay algo sobre lo que no puedo dejar de escribir aunque ya va medio año desde que sucedió. Me refiero a un viaje a Machu Picchu que hicimos para vacaciones de invierno, ultra improvisado.

No voy a profundizar en temas como cuanto cuesta, donde es mejor el cambio, atractivos imperdibles, donde quedarse etc, porque todas esas cosas salen en mil paginas, blogs, foros y grupos. Macchu Picchu es destino recurrente y sin duda esas son las infos más fáciles de encontrar.

Así que esta entrada bien podría llamarse "lo que nadie cuenta" sobre viajar a Machu Picchu. 

Primero: Te vas a sentir con oreja de burro

Si prefieren comprar en Cuzco o Arequipa el servicio completo a Machu Picchu, deben considerar que los peruanos dedicados al turismo son expertos en el arte del "dick in the eye". Saben que los subestimamos y no dudaran en ofrecer el oro y el moro para luego dejarnos tirados esperando y/o intentar cobrarnos el doble, el triple y hasta el cuádruple! Por eso yo aconsejo leer y preguntar bien que significa cada cosa y pedir cada servicio claramente detallado en la factura de compra, porque si no esta anotado, perdiste. 

Ten en cuenta que primero te atendera Larry y te dirá que por ti estará esperando Percy; al llegar llamaras a Percy que te dirá que no tiene idea, sentirás que la palmaste y llegará Ronald que te derivará con Wilson quien ni sabe quien es Larry y para quien solo existe el papel con el detalle de los servicios que contrataste.


Segundo y bastante obvio: Es lejos, mas lejos que la cresta!

Todos hemos escuchado que hay que llegar a Tacna de ahí Cuzco y que Machu Picchu está al lado. Si, al lado... solo si vas en un servicio de tren que cuesta unos U$200 por tramo. Pero la mayoría de los mortales optamos a las camionetas que ofrecen los servicios turísticos y que demoran  unas seis horas de Cuzco a Hidroeléctrica. Lo que podría no ser tanto si no fuesen 6 horas ascendiendo por un camino de tierra con intrincadas curvas que en su altura mas extrema alcanza los 3600 m.s.n.m. 

Es un viaje del terror! Yo no vomité, pero mis compañeros de viaje parecían grifos de pobla en verano, en especial unas chinas que tomaron mango con leche en un descanso que hicimos.

Así que lleven mate de coca, dulces de coca, chicle de coca, hoja de coca, es vital. Y agua en cantidades (obvio) porque el clima se pone cada vez más tropical a medida que te acercas a Machu Picchu y verás platanales, siembras de piña, paltos enormes y cargadisimos por demás.

Tercero: Ponerse a caminar



En muchas partes leerán que la verdadera experiencia se vive caminando desde Hidroeléctrica a Aguas Calientes y ascendiendo a pie desde Aguas Calientes hasta Machu Picchu.

Caminamos de Hidroeléctrica a Aguas Calientes y tardamos dos horas, llevando una carga de ~ 9 y 6 kilos respectivamente. Es un sendero ultra fácil que no mata a nadie y cuyo mayor inconveniente pueden ser los mosquitos. Se estarán ahorrando unos U$25 y si les gusta la naturaleza lo disfrutarán. Nosotros partimos a las 16:30 hrs y cuando llegamos a Aguas Calientes ya estaba oscuro (era invierno) y había luciérnagas. Siempre pueden apañarcelas con el celular para no chocar con el resto de los turistas que caminan en plan zombie cansados y deshidratados. Nosotros llevábamos una minilinterna con dinamo que es uno de nuestros must have de viaje.



Respecto al ascenso Aguas calientes - Machu Picchu, decidimos hacerlo en bus. Las puertas de Machu Picchu se abren para todo el mundo a las 7 de la mañana (al menos en Junio) y a esa hora recién puedes comenzar a ascender, con lo cual, dependiendo de tu estado físico estarás arriba a las ~8:30, lo que significa que una vez arriba, habrá mucho sol durante todo tu recorrido y mucha gente. Recomiendo comprar los boletos del bus la noche anterior, la filas para comprar y para subir a los buses, aunque avanzan rápido, son más largas que sentimiento.

El descenso lo hicimos a pata y en zigzag por las escaleras, eso sirvió para no terminar con rodillas de camote. No es un sendero espectacular, tampoco es difícil. Aunque no ascendimos por el, no diría que sea más bonito. La salida del sendero da justo a los baños, torniquetes de acceso y un restaurant. Nada místico. 

El regreso: en tren y realmente vale la pena hacerlo así, ¡el tren es guapísimo! con sus ventanas en el techo y su decoración de hojitas. Es muy cómodo y el viaje es tan lindo como a pie. Verás las montañas alejarse sabiendo que un trocito de tu alma se quedó en Machu Picchu.


En la próxima entrada no se pierda: El sabor del Cuy, el fantástico yogur Gloria, Cuzco, el perro peruano y el alucinógeno abuelito quechua.

Alia.-



3 comentarios:

  1. Buenisimo, muy buen relato, interesante, espero el prox!!

    ResponderEliminar
  2. son las reales cosas que un viajero considera a la hora de salir de casa con la mochila ;)

    ResponderEliminar